Recuerdo

Hace casi unos diez años, encerrado en mi pieza, cuando aún vivía en Punta Arenas, y recien conocía a Ximena escribí esto:

"Enamorado corazón
que hiciste realidad mi ilusión
la mujer ideal pusiste en mi camino
y enamoraste su corazón al mio,
como agradecer tan bello destino,
que si ella no estuviera,
estaría vacio,
más es tan bella y tan amada
que nunca termino
de alabar su gracia y su cariño.

Como pudiera tenerla hoy a mi lado
perfecta mujer que me cuida como un niño,
como escribir que estoy tan enamorado,
si no hay palabras tan perfectas como ella,
como esa belleza inusitada
que me tiene embrujado,
más si sus ojos son una estrella
y sus labios el rubí más codiciado,
imposible no amarte mujer tan bella
que mi corazón se te ha entregado
y mi voluntad ya es tu plebeya.

Que en adorarte como a un Dios
no hay pecado
si eres del cielo una doncella
y no habrá corazón más amado
que el que en tu pecho
late enamorado.-"

Estas letras inocentes y enamoradas han cumplido su promesa de amor y hoy vuelven a llenar mi alma de gozo, pues esa mujer tan bella y tan amada se convertirá, tan pronto como transcurran unas horas, en mi amada esposa, y juraremos ante Dios nuestro eterno amor.

Ximena, te amo tanto y más que cuando hace diez años deslumbraste mi alma y mi vida con la luz de tu corazón.

Esto es un sueño del que no despertaré jamás.

TE AMO DEMASIADO.-

El matrimonio civil

Valparaíso, a veintiún días del mes de febrero del año dos mil siete.

Paso en una antigua sala de un antiguo edificio , una bella mañana de verano en el colorido Puerto de Valparaíso , el sol por la ventana, el aire cálido, un poco de nervios y mucha emoción, también habia ansiedad, recuerdos y nostalgias, algo de seriedad y circunspección, sin embargo lo que más había era amor, compromiso y fidelidad. Entre tanto, un oficial, los testigos y nuestros familiares más cercanos veían como algo pasaba por nuestros cuerpos, algo que nos hacía elevarnos, ascender, para que con unas palabras solemnes, en un rito tambien solemne, la unión entre Ximena y yo se transformara en un compromiso ante la ley, que en ese momento nos reconocía como marido y mujer. Luego alegría, amor, besos, miles de buenos deseos, abrazos, saludos, flores, lágrimas, y más alegria y más amor, brindis y celebración, y así casí sin darnos cuenta la magia ocurrió y la vida nos convirtió en Esposos. Ahora solo falta la bendición de Dios.-

Sueñan mis ojos

Sueñan mis ojos
con tus labios azules
con la luna en tus ojos
con mi alma en tus besos;
con un pétalo en flor
que cae por tu piel,
con una lágrima de amor
encerrada en un papel.


Sueñan mis ojos
con la luz de tu vestido,
con la sonrisa en tu mirada,
con el nervio de tus manos,
con una oración
y un beso para siempre,
con la comunión eterna
de un amor paciente.

Sueño despierto
viendo las horas pasar
esperando el momento
en que tu y yo
nos vamos a casar.-

Ximena: YO TE AMO.